Hoy fue un día muy especial para mi niño. Parece que lo presentía porque se despertó más temprano que de costumbre. Sus ojitos estaban marchitos y su rostro desprendía un vapor que no era el característico. Mi hijo tenía fiebre pero después de tomar un medicamento su carita volvió a estar radiante como siempre. Al observarlo y ver que ya estaba bien, nos vestimos y fuimos para el círculo infantil Magdalena Peñaredonda en Artemisa.
Al llegar todo fue diferente para él. Miraba a su alrededor y solo veía rostros desconocidos. Los niños se le acercaban, sonreían, le tomaban sus manitas y lo invitaban a jugar.
Endrys Manuel se portó bien en su primer día en el círculo infantil. Lloró un poquito, pero las educadoras, con el arte de transmitir amor y consuelo a los infantes, con solo una sonrisa y unos mimos, mi bebé se calmó.
Ahora inicia un camino largo de adaptación. Ahora aprenderá a valerse por sí solo, a relacionarse con otros niños, a jugar, cantar….
Estoy feliz y al ver los ojitos de mi pequeño, supe que también él era feliz.